INGREDIENTES:
300 gramos de zanahorias.
1 cebolla.
350 ml. de leche.
65 gramos de harina.
Queso rallado tipo mozarella.
Orégano, tomillo, hierbas provenzales ... lo que os guste más.
Sal y pimienta.
Huevos.
Pan rallado.
Aceite de oliva.
PREPARACIÓN:
Cortamos a trozos las zanahorias y las ponemos a cocer en agua hirviendo con sal.
Mientras, picamos muy bien la cebolla y la ponemos a pochar en una sartén con un poco de aceite.
Cuando las zanahorias estén listas, las pasamos a una fuente o bol y vamos a hacer con ellas un puré.
Vamos a aliñarlas al gusto: sal, pimienta, orégano, etc.
Añadimos el puré de zanahorias a la cebolla que tenemos en la sartén. Mezclamos muy bien.
Ahora echamos la harina.
Vamos removiendo todo muy bien y cuando la harina esté integrada, se va vertiendo la leche poco a poco mientras removemos.
Cuando la masa esté espesando, añadimos el queso al gusto.
Ahora vamos a verter la masa en un taper, lo cerramos y metemos en el frigorífico un buen rato. Mejor si es un par de horas, aunque yo la suelo tener menos.
Luego sólo queda darles forma, pasar por harina, huevo batido y pan rallado y freírlas en aceite muy caliente. Yo lo hago en la freidora.
Y listas. Están deliciosas.
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