Esta receta me la pasó mi amigo Esquivel. En casa sólo a mi marido le gustan los mejillones y como el viernes los compró, le dije que se los prepararía de este modo.
Como la pinta de este plato una vez listo es bastante buena, me animé a probarlos pero siguen sin gustarme, qué se le va a hacer.
Pero según mi marido así preparados están muy ricos, así que si os gustan estos moluscos, seguro que os gustan a la marinera.
INGREDIENTES:
Un kilo de mejillones aproximadamente.
1 cebolla.
Medio pimiento rojo y medio verde.
Vino blanco.
Pimentón (yo uso siempre De la Vera).
Tomate frito.
Agua de cocción de los mejillones.
1 hoja de laurel.
Perejil para adornar.
PREPARACIÓN:
En una cazuela grande ponemos 300 ml. de agua y un poco de sal y cocemos los mejillones. Reservamos una vez abiertos. El agua de la cocción la colamos y la reservamos también.
En la misma cacerola ponemos un poco de aceite y sofreímos la cebolla picada.
Añadimos también los pimientos picaditos. Dejamos hasta que esté todo tierno.
Añadimos entonces el tomate troceado.
Y una cucharada de pimentón. Dejamos unos minutos.
Ahora medio vaso de vino blanco y una cucharada de tomate frito.
Y el agua de los mejillones. Lo llevaremos a ebullición. Mientras le quitaremos a los mejillones una de las cáscaras.
Y los echamos a la cacerola.
Ahora tapamos la cacerola y dejamos hervir un par de minutos.
Apagamos el fuego y dejamos reposar unos minutos sin destapar la cacerola.
Y listo.
Espolvoreamos con perejil picado y servimos enseguida.
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